Es una planta inferior del grupo de los pteridófitos, que presenta dos tipos de tallos. Uno fértil, que aparece ya a finales de invierno , sin ramificaciones, de color pardo rojizo, coronado por una vaina esponjosa, con esporas. Cuando se marchita, aparece un segundo tallo, éste estéril, de color verde claro, segmentado y muy ramificado, de agujas fijas que parten en grupos de verticilos. El equiseto mayor E. telmateia es más robusto y puede alcanzar 1 o 1,5 m de alto.
Crece en ambientes húmedos, en pastizales de montaje, márgenes de bosques y arroyos. La cola caballo mayor abunda junto a acequias, canales, pantanos, riberas fluviales, pero también en márgenes de caminos y sembrados.
La cola de caballo menos está limitada a los ambientes húmedos de montaña del tercio norte peninsular. La cola de caballo mayor está más extendida por toda la Península y Baleares.
Los tallos fértiles maduran en primavera y los tallos estériles se mueren en invierno. En fitoterapia se utilizan estos últimos, que se cosechan en primavera y verano.
Es muy rico en sales mirales, como el sílice, el potasio y el magnesio, saponósidos como la equisetonina, ácidos equisetólido y gálico, flavonoides, alcaloides y taninos.
Propiedades
Es diurética, remineralizante, depurativa, astringente, hemostática y cicatrizante.
Indicaciones y comentario
La modesta cola de caballo es una de las plantas mejor valoradas para tratar todo tipo de problemas de la piel. Su alto contenido en sílice y potasio le confieren un excepcional poder depurativo y remineralizante, que hacen de ella un remedio ideal para enfrentarse a situaciones de debilidad y astenia. Es un buen diurético, que facilita la eliminación de toxinas, proporcionando una micción cómoda e indolora. Se indica en infecciones renales y urinarias, oliguria, gota e hipertensión arterial; además de en la prevención de la arterioscleriosis.
Pero en la medicina tradicional se ha hecho servir especialmente para curar heridas cutáneas, llagas, úlceras, hemorragias nasales, rozaduras, arañazos y sabañones.
Destaca también por su poder protector de la piel, estimula y repara los tejidos dañados a causa de variaciones de peso, embarazo o celulitis, previniendo la aparición de estrías y arrugas y cotribuyendo a frenar el envejecimiento.
Tiene un claro efecto astringente y hemostático y se señala en hemorroides, varices y para regular el flujo menstrual. Se aconseja así mismo para tratar problemas reumáticos y artríticos, para la consolidación de fracturas y en el tratamiento de la osteoporosis.
Leyendas y tradiciones
Por su contenido en sílice, la cola de caballo se utilizaba para limpiar metales y botellas de vidrio. También las colgaba de los rabos del ganado para ahuyentar a las mosca.
REMEDIOS CASEROS
Infusión depurativa
Para eliminar las impurezas en la piel, eccemas y granos.
Ingredientes: Cola de caballo, calaguala, bardana, saponaria y zarzaparrilla
Una cucharada sopera de este preparado por cada taza de agua.
Preparación: se hierve durante 5 minutos. Se deja reposar 10 minutos más antes de colar,
Frecuencia: hay que tomar una taza en ayudas y la otra al acostarse.
Masajes antiestrías
Ingredientes: se mezclan 150 gr de cola de caballo, 10 de laminaria, 25 gr de rosas, 1 gr de hamamelis y 10 gotas de zumo de limón
Preparación: se macera en 1.5l de alcohol de 40º a lo largo de 28 días. Una vez filtrado, se diluye una parte del preparado en agua.
Frecuencia: se aplica el masaje dos veces al día.
Es diurética, remineralizante, depurativa, astringente, hemostática y cicatrizante.
Indicaciones y comentario
La modesta cola de caballo es una de las plantas mejor valoradas para tratar todo tipo de problemas de la piel. Su alto contenido en sílice y potasio le confieren un excepcional poder depurativo y remineralizante, que hacen de ella un remedio ideal para enfrentarse a situaciones de debilidad y astenia. Es un buen diurético, que facilita la eliminación de toxinas, proporcionando una micción cómoda e indolora. Se indica en infecciones renales y urinarias, oliguria, gota e hipertensión arterial; además de en la prevención de la arterioscleriosis.
Pero en la medicina tradicional se ha hecho servir especialmente para curar heridas cutáneas, llagas, úlceras, hemorragias nasales, rozaduras, arañazos y sabañones.
Destaca también por su poder protector de la piel, estimula y repara los tejidos dañados a causa de variaciones de peso, embarazo o celulitis, previniendo la aparición de estrías y arrugas y cotribuyendo a frenar el envejecimiento.
Tiene un claro efecto astringente y hemostático y se señala en hemorroides, varices y para regular el flujo menstrual. Se aconseja así mismo para tratar problemas reumáticos y artríticos, para la consolidación de fracturas y en el tratamiento de la osteoporosis.
Leyendas y tradiciones
Por su contenido en sílice, la cola de caballo se utilizaba para limpiar metales y botellas de vidrio. También las colgaba de los rabos del ganado para ahuyentar a las mosca.
REMEDIOS CASEROS
Infusión depurativa
Para eliminar las impurezas en la piel, eccemas y granos.
Ingredientes: Cola de caballo, calaguala, bardana, saponaria y zarzaparrilla
Una cucharada sopera de este preparado por cada taza de agua.
Preparación: se hierve durante 5 minutos. Se deja reposar 10 minutos más antes de colar,
Frecuencia: hay que tomar una taza en ayudas y la otra al acostarse.
Masajes antiestrías
Ingredientes: se mezclan 150 gr de cola de caballo, 10 de laminaria, 25 gr de rosas, 1 gr de hamamelis y 10 gotas de zumo de limón
Preparación: se macera en 1.5l de alcohol de 40º a lo largo de 28 días. Una vez filtrado, se diluye una parte del preparado en agua.
Frecuencia: se aplica el masaje dos veces al día.
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