Este pan de molde no es tan consistente como el primero que hice, es más del tipo pan bimbo al que estamos acostumbrados a comprar, con una miga más tierna y ligera.
La semana pasada le llevé uno a mi hermana para que lo probaran en casa y ayer me dijeron que les había encantado. Mi sobrino Javi me dijo que era el pan de molde más rico que había probado nunca..., todo un honor para mi!!!...
Espero que a vosotros también os guste.
Ingredientes
La semana pasada le llevé uno a mi hermana para que lo probaran en casa y ayer me dijeron que les había encantado. Mi sobrino Javi me dijo que era el pan de molde más rico que había probado nunca..., todo un honor para mi!!!...
Espero que a vosotros también os guste.
450 gr de harina de fuerza
25 gr de levadura fresca
1 huevo
45 gr de aceite de oliva
150ml de leche tibia (la cantidad de leche dependerá de la harina que compremos. Mi harina es del mercadona).
5 gr de azucar
10 gr de sal
Echamos la harina en un bol, junto con la sal, el azúcar, el huevo y el aceite. Mezclamos hasta hacer una pasta.
Deshacemos la levadura en un poco de leche tibia.
Y mezclamos con el resto de ingredientes hasta hacer una pasta, esta vez un poco más pegajosa. Si ves que queda excesivamente pegajosa puedes incorporar un poco más de harina. Seguirá estando pegajosa pero se podrá manejar mejor.
Espolvoreamos un poco de harina sobre la mesa y echamos la masa. Como ésta seguirá un poco pegajosa, echamos también encima de ella un poco de harina para poder trabajarla con las manos. Hacemos una bola, pero sin amasar casi porque cuánto menos la toquemos más ligero quedará el pan.
Después colocamos la masa en un bol, previamente manchado de aceite y lo tapamos con un trapo durante media hora, tiempo en el que la masa duplicará su tamaño.
Deshacemos la levadura en un poco de leche tibia.
Y mezclamos con el resto de ingredientes hasta hacer una pasta, esta vez un poco más pegajosa. Si ves que queda excesivamente pegajosa puedes incorporar un poco más de harina. Seguirá estando pegajosa pero se podrá manejar mejor.
Espolvoreamos un poco de harina sobre la mesa y echamos la masa. Como ésta seguirá un poco pegajosa, echamos también encima de ella un poco de harina para poder trabajarla con las manos. Hacemos una bola, pero sin amasar casi porque cuánto menos la toquemos más ligero quedará el pan.
Después colocamos la masa en un bol, previamente manchado de aceite y lo tapamos con un trapo durante media hora, tiempo en el que la masa duplicará su tamaño.
Pasado este tiempo, espolvoreamos de nuevo la mesa de trabajo y colocamos la masa encima y la amasamos un poco para quitarle el aire que haya podido quedar dentro de la masa. Hay que amasrla con mucho cuidado y no mucho, como comentamos antes, cuanto menos la amasemos más suave y esponjoso quedará el pan.
Después la damos forma alargada y la colocamos dentro del molde, previamente manchado de aceite de oliva.
Calentamos el horno a 200ºC y luego metemos el molde en el horno a 180ºC durante unos 20-25 minutos. Para comprobar que el pan ya está hecho, pinchamos con un palillo largo en el centro y si sale limpio ya podemos retirar. Si sale manchado, lo dejamos en el horno unos 5-10 minutos y volvemos a hacer la misma prueba.
Una vez horneado, sacamos el molde del horno y lo dejamos reposar encima de la rejilla durante unos 5-10 minutos. Sespués sacamos el pan del molde y lo dejamos enfirar totalmente encima de la rejilla.
Nota: Si vemos que la parte de arriba del pan se está tostando mucho durante la cocción, podemos taparlo con papel de aluminio para evitar que se haga demasiado por arriba.
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