Sigo pensando que esto de hacer el pan en casa es todo un inventazo, yo desde luego que estoy encantada de la vida. Y ahora que además estoy probando con nuevas harinas..., ufff, pues más encantada todavía!.
Aquí os dejo la receta del pan de avena, la verdad es que es muy parecido al pan de molde que ya publiqué hace tiempo, aunque he de deciros que es más consistente y quizá aún más suave que el anterior. Os animo a que lo pobréis.
Ingredientes
Aquí os dejo la receta del pan de avena, la verdad es que es muy parecido al pan de molde que ya publiqué hace tiempo, aunque he de deciros que es más consistente y quizá aún más suave que el anterior. Os animo a que lo pobréis.
300 gr de harina de fuerza
200 gr de harina de avena
100 gr de copos de avena
200 gr de harina de avena
100 gr de copos de avena
25 gr de levadura fresca
45 gr de aceite de oliva
100ml-200ml de leche tibia (la cantidad de leche dependerá de la harina que compremos. Os aconsejo a utilizar primero 100 ml y añadir más cantidad si veis que es necesario).
5 gr de azucar
5 gr de azucar
10 gr de sal
Echamos los dos tipos de harina en un bol, junto con la sal, los copos de avena, el azúcar y yel aceite. Mezclamos hasta que los ingredientes se hayan unido.
Deshacemos la levadura en los 100 ml de leche tibia.
A continuación mezclamos con el resto de ingredientes hasta hacer una pasta, esta vez un poco más pegajosa porque lleva harina de avena.
Si ves que queda excesivamente pegajosa puedes incorporar un poco más de harina. Seguirá estando pegajosa pero se podrá manejar mejor. Y si ves que es necesario incorporar un poco más de leche, hazlo. La idea es que quede una pasta pegajosa pero que se pueda manejar.
Después de conseguir nuestra masa semi-pegajosa, espolvoreamos un poco de harina sobre la mesa y echamos la masa. Como ésta seguirá un poco pegajosa, echamos también encima de ella un poco de harina para poder trabajarla con las manos. Hacemos una bola, amasándola un poco con la palma de las manos pero sin excedernos demasiado.
Después colocamos la masa en un bol, previamente manchado de aceite y lo tapamos con un trapo durante media hora. Durante este tiempo habrá duplicado su tamaño.
Deshacemos la levadura en los 100 ml de leche tibia.
A continuación mezclamos con el resto de ingredientes hasta hacer una pasta, esta vez un poco más pegajosa porque lleva harina de avena.
Si ves que queda excesivamente pegajosa puedes incorporar un poco más de harina. Seguirá estando pegajosa pero se podrá manejar mejor. Y si ves que es necesario incorporar un poco más de leche, hazlo. La idea es que quede una pasta pegajosa pero que se pueda manejar.
Después de conseguir nuestra masa semi-pegajosa, espolvoreamos un poco de harina sobre la mesa y echamos la masa. Como ésta seguirá un poco pegajosa, echamos también encima de ella un poco de harina para poder trabajarla con las manos. Hacemos una bola, amasándola un poco con la palma de las manos pero sin excedernos demasiado.
Después colocamos la masa en un bol, previamente manchado de aceite y lo tapamos con un trapo durante media hora. Durante este tiempo habrá duplicado su tamaño.
Pasado este tiempo, espolvoreamos de nuevo la mesa de trabajo y colocamos la masa encima y la amasamos un poco para quitarle el aire que haya podido quedar dentro de la masa. Hay que amasrla con cuidado, con cariño.
Después la damos forma alargada y la colocamos dentro del molde, previamente manchado de aceite de oliva.
Mientras la masa está fermentando, calentamos el horno a 200ºC.
Cuando ya tengamos la masa lista, la metemos en el horno a 200ºC durante unos 20-25 minutos. Para comprobar que el pan ya está hecho podemos pinchar con un palillo largo en el centro y si sale limpio ya podemos retirar. Si sale manchado, lo dejamos en el horno unos 5-10 minutos y volvemos a hacer la misma prueba.
Una vez horneado, sacamos el molde del horno y lo dejamos reposar encima de la rejilla durante unos 5-10 minutos. Sespués sacamos el pan del molde y lo dejamos enfirar totalmente encima de la rejilla.
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